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LaVOZdeLasAulas III Mayo 2018 colaboraciones litararias
Relatos
La iniciativa de organizar un Taller de Creación Literaria para mayores de 40
dentro de las actividades del aniversario de Aulas ha sido una buena idea, a juz-
gar por los comentarios de los participantes. Se empezó con ilusión y se termina
con la sensación de querer mucho más, hasta el punto de que tantos relatos
llenos de sorpresas y de sentimientos han reforzado en ellos, a los escritores del
taller, el deseo de seguir escribiendo y aprendiendo.
A continuación, se ofrece una pequeña muestra de los relatos construidos duran-
te las 12 sesiones de las que ha constado el Taller, en donde se comprobará que, a
cualquier hora, pero en especial a las seis de la tarde existirán dos tipos de juegos
y un sillón en casa de una amiga, no habrá mal que por bien no venga, al tiempo
que conoceremos a Carmen, a Tomás, a la tía Clara, y a un viejo encantador y
encantado por las rotondas; a su vez, viviremos un día aparentemente normal,
aunque no podamos descubrir el secreto de Amanda y, sin embargo, sí caer en
alguna paranoia. Pero estaremos tranquilos al estar bajo la protección de La Tona.
Paranoia dominguera Isabel Ortín Maestre
e despierto a las siete como mañana. Respiro hondo, conecto el pul-
cada domingo y me preparo sómetro y comienzo la carrera.
Mpara el entrenamiento semanal. Las 7 y 36 marca mi reloj. Aire fresqui-
to y revitalizante, sensación de liber-
Tengo legañas pegajosas y pocas ga- tad y dolor del uñero que siempre me
nas, pero, aun así, me incorporo pere- da la lata y que va a hacer que deje
zosa y me enfundo las mallas negras; de entrenar. Al cabo de un cuarto de
las que me disimulan esa celulitis que hora, a un ritmo de 7 minutos por ki-
me trae loca; que si cremas, que si lómetro, ya sudo profusamente. Los
friegas, que si bebe mucho té verde… compresores modernos efectivamen-
horrores. te, pican; el uñero me mata y, en la
lejanía, veo una silueta que mi imagi-
Medito reflexivamente ante la posibi- nación convierte en un muy peligroso
lidad de usar esta vez los compreso- asesino psicópata que me someterá a
res para las pantorrillas que me regaló horribles torturas antes de matarme
José Francisco las pasadas Navidades lentamente.
y que tan de moda están entre los
corredores modernos. Supuestamen- Pulsaciones al 110% cuando observo
te mejoran la circulación, pero, sobre que la silueta se acerca hacia mí con
todo, pican espantosamente. paso lento pero seguro. Se trata de un
hombre joven de complexión delgada,
Tras calzarme las zapatillas de tre- vestido con colores neutros y una go-
kking, pienso en la ruta que seguiré rra. Decido tranquilizarme diciéndome
hoy. Vivir en el campo deja abiertas que es solo un muchacho que pasea
diversas posibilidades; pero, claro, ya por el campo. Además, no parece ser
es primavera… debo elegir la opción muy fuerte ni moverse con gesto ame-
más segura: libre de serpientes, perros nazante. “Patricia, estás paranoica”, me
sueltos, excesivo tránsito de tracto- digo, mientras siento un dolor ardiente rio ante lo inexplicable me invade y
res,… ¿no me habló el otro día mi amiga en el maldito uñero. mis últimos 4 km se convierten en un
Lara sobre jabalíes salvajes en la zona sprint trepidante hacia la seguridad del
de las Tres Fuentes? Además, debe te- Sin embargo, conforme nos aproxima- hogar.
ner alguna sombra para evitar insola- mos, un detalle inquietante llama mi
ciones, por supuesto. Me decido por la atención: el rostro del caminante care- Al final, tras este susto descomunal y,
de Las Encebras. ce de ojos, nariz y boca… él se mueve a pesar de que he mejorado mi mar-
normalmente y parece ajeno al hecho ca personal en 9 minutos y de que del
Inevitablemente, antes de dar el primer de que no tener rasgos, sólo un rostro uñero ni me acuerdo, creo que correr
paso ya fuera de casa, me pregunto qué ovalado de piel morena y lisa bajo la por los caminos campestres e intrigan-
fuerza absurda me sacó de la cama esta visera de su gorra. Un miedo prima- tes no es lo mío y que me paso al yoga.
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