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colaboraciones litararias
       LaVOZdeLasAulas III Mayo 2018



        Reflexiones                                                                     Isabel Soriano





            i les contara a mis amigos de
            grupo de aulas lo que he he-
      Scho estos días, se aburrirían de
       oírme.
       Recordaba a una compañera que me
       decía: en estos días tenemos tiempo
       para ir escribiendo. Pero para mí han
       sido  días  complicados  y no por mí,
       pero tengo gente alrededor  y no sé
       qué hago, pues se apuntan a comi-
       das y cenas, día sí y día también, y me
       mantienen ocupada.

       He estado muchos ratos cruzada
       de brazos, oyendo sus cosas. Luego
       muchos momentos en el campo qui-
       tando hierba, que me gusta hacerlo y
       arreglar rinconcillos, macetas y toda
       clase de plantas  vivientes,  donde   pos que adoro y ahora están tan bo-  tura, descanso. Estos días me han
       disfruto de  ver como se transforma   nitos, con diversidad de colores. No   parecido intensos, sin haberme can-
       todo y ratos de paseo por esos cam-  acabo nunca, he leído a ratos, escri-  sado.










           l día de la mona he ido en grupo
           al lugar donde van los sajeños por
      Eestas fechas y que tenía enormes
       ganas de conocer, El Chorrillo, pues en
       ese paraje vivía una de mis abuelas, a
       la cual apenas conocí, se llamaba Mer-
       cedes.
       El paraje está bastante seco, pues
       aunque se vaya bordeando el río, que
       sigue su cauce natural, el caudal de
       este es muy pobre.  A tramos se  ve
       como corre el agua donde no lo cubre
       la vegetación de carrizo  y tarays.

       Caminando junto al cauce del río  y
       avanzando en dirección al pantano de
       Elda alcanzamos a  ver las ruinas de
       una casa en una zona elevada a nues-
       tra izquierda. En esa casa, ahora en rui-
       nas, vivió mi abuela. Muy cerca pasa la
       vía del tren, que cuando fue construida
       desplazó a las personas que vivían por
       allí, que tuvieron que irse a otro lugar.

       Por esa zona iba el camino que co-  Me llevo fotos como recuerdo de mi   Me ha gustado ir. Me sentí feliz, a pesar
       municaba Sax con Elda, y por el cual   paso por esos parajes, hoy perdidos,   de ver aquel entorno y pisar ese suelo,
       tantos trabajadores iban cada día a su   pero en otro tiempo muy ricos en   seco y pobre, que pisaron mis antepa-
       trabajo, normalmente en bicicleta.  vida.                                sados y hoy no puedo describir.

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